La insólita protesta popular del 5 de agosto de 1994, en la que miles de habaneros se congregaron en el Malecón de La Habana, puso a las autoridades contra la pared y generó uno de los éxodos migratorios más importantes en la historia moderna de Cuba.
Las protestas ocurrieron en un momento de extrema crisis de alimentos, transporte y electricidad, denominada por las autoridades como el "Período Especial". Era el momento en que La Habana acababa de perder el sostén de la Unión Soviética y de todo el bloque socialista europeo, que optó por el fin del sistema comunista.
Las personas gritaron "Libertad" y apedrearon las vidrieras de las tiendas en divisa donde muy pocos cubanos podía comprar. Las manifestaciones multitudinarias en Centro Habana, Habana Vieja y Malecón fueron finalmente dispersadas por tropas uniformadas y paramilitares verstidos de civil, llamados a reprimir el levantamiento. Finalmente apareció Fidel Castro caminando entre escoltas.
El Maleconazo, en perspectiva
El Maleconazo, en perspectiva
El 5 de agosto; revuelta espontánea, respuesta esperada
El nieto de Blas Roca rememora el "Maleconazo"
¿Cómo llegaron los cubanos a la gota que colmó la copa?
De la crisis de los balseros al cuarto éxodo desde Cuba (1994-2016)
El Maleconazo en primera persona
¿Podría repetirse en Cuba una protesta al estilo del Maleconazo?
Imágenes del Maleconazo (Primera parte)
Imágenes del Maleconazo (segunda parte)
Los relatos de testigos presenciales y las pruebas en vídeo muestran que hubo disparos y golpes. Se estima que hubo centenares de detenidos y decenas de heridos.
La solución al hervidero social, atizado por el hambre, el calor y la desesperanza del inmovilismo político, fue abrir las fronteras marítimas de Cuba y permitir la salida de decenas de miles de cubanos en embarcaciones rústicas.
La llamada Crisis de los Balseros de 1994 derivó en el éxodo de más de 30.000 cubanos, muchos de los cuales perdieron la vida intentando cruzar el Estrecho de la Florida.
El gran volumen de llegadas condujo al gobierno de Estados Unidos a implementar la política de "pies secos, pies mojados", que permitía la permanencia solo de quienes llegaban a suelo estadounidense.
"Hoy se cumplen 31 años del Maleconazo en La Habana. Miles de cubanos salieron a las calles exigiendo libertad ante el hambre y la represión. El régimen respondió con violencia. Tres décadas después, el sufrimiento se ha agravado: Sin comida. Sin electricidad. Sin libertad", escribió la congresista María Elvira Salazar este martes en recordación del levantamiento.
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